La joyería Peyrelongue está ubicada en la CDMX, sobre la exclusiva avenida Masaryk. Esto requirió una respuesta que se alineara con este contexto lujoso y tuviera un impacto positivo en el entorno.

La fachada original de mármol beige fue reemplazada por un diseño de granito negro y cerámica beige equitone, resaltando la elegancia de la marca. La iluminación exterior con luces RGB integradas en el acabado crea un efecto brillante como las joyas que vende Peyrelongue. 

El interior jerarquiza visualmente los espacios mediante las variaciones de altura, destacando vitrinas de triple altura. La construcción incluyó la integración de oficinas y áreas independientes para clientes y socios.

El sótano destaca por exhibir relojes de marca, con un diseño que transmite la exclusividad de las joyas mediante una paleta de colores neutros e iluminación cálida, que las hace resaltar, homologando el estilo de la joyería.

El proyecto logra transmitir el lujo a través de una arquitectura y diseño sobrios, enfocando la atención a cada pieza y estableciendo un sello estético particular para Peyrelongue.